Recibió una educación monástica rudimentaria. Consistió en los rudimentos de la lengua latina, lectura de la Sagrada Escritura y el canto gregoriano.
Desde muy niña tuvo visiones, que más tarde la propia Iglesia confirmaría como inspiradas por Dios. Estas visiones las describió como una gran luz en la que se presentaban imágenes, formas y colores. Además, iban acompañadas de una voz que le explicaba lo que veía y, en algunos casos, de música.
Jutta murió en 1136, y Hildegarda fue elegida por las monjas como abadesa. En 1141, cuando tenía cuarenta y dos años, tuvo visiones más fuertes, durante las cuales recibió la orden de escribir las visiones que en adelante tuviese. A partir de entonces, escribió sus experiencias, que darán como resultado el primer libro, llamado Scivias (Conoce los caminos), que concluirá en 1151. En 1148, un comité de teólogos estudiaron y aprobaron parte de Scivias. Hildegarda, continuó escribiendo sus visiones. Tal fue su reconocimiento, que llegó a ser conocida como la Sibila del Rin. La gente la buscaba para escuchar sus palabras de sabiduría, para curarse o para que los guiara.
En ese mismo año, una visión le hace concebir a Hildegarda la fundación de un nuevo monasterio en Rupertsberg, para trasladar a la crecida comunidad y emanciparla de los monjes de Disibodenberg. Concluido el Scivias, Hildegarda se dedicó a la elaboración de libros de contenidos físicos y médicos hasta 1158 y a su colección de cantos que tituló Symphonia armonie celestium revelationum.
VIAJES DE SU PREDICACIÓN.
El contenido de su predicación giró en torno a la redención; la conversión y criticó duramente la corrupción eclesiástica. En total fueron cuatro viajes:
Obras religiosas de carácter teológico:
· Scivias, sobre teología dogmática.
· Liber Vitae Meritorum, sobre teología moral.
· Liber Divinorum Operum, sobre cosmología y antropología.
También escribió obras de carácter científico.
OBRAS MUSICALES.
Compuso setenta y ocho obras musicales, agrupadas en Symphonia armonie celestium revelationum: 43 antífonas, 18 responsorios, 4 himnos, 7 secuencias, 2 sinfonías (con el significado propio del siglo XII), un aleluya, un kyrie, una pieza libre y un oratorio. Además, compuso un auto sacramental musicalizado llamado Ordo Virtutum ("Orden de las virtudes", en latín), sobre las virtudes.
OBRAS LITERARIAS.
BIOGRAFÍA
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